El 24 de noviembre de 2010, a las 20:30, los señores mercuriales comienzan a llegar al Fogón de leña, sede habitual de las tertulias. Por allí van apareciendo Ramón Simón, Jesús Cotta, José Manuel Gómez -"el mantenedor"-, Fernando Moral y Alejandro Muñoz, además del que suscribe. Al poco de comenzar la cena, nos hizo una visita Javier Sánchez Menéndez, que compartió jugosos minutos de conversación, en especial los dedicados a comentar las fotos en Isla Mágica de José María Jurado (que se excusó minutos antes por su no asistencia), Pablo Pámpano y los ya citados Jesús y Javier, publicadas en el blog de este último los días previos a la tertulia. También nos enteramos de la existencia de interesantes fotos no publicadas (tal vez, impublicables).
Llegó el turno de pedir la comida. Algunos nos decantamos por el arroz con níscalos, otros por el habitual solomillo de novillo a la piedra, alguno por el pescado y Ramón Simón, que decía no saber si carne o pescado, acabó pidiendo albóndigas de cordero (es decir, ni carne ni pescado).
Al hilo de la seguidilla que Fernando había publicado sobre las dos lunas, se inició un debate sobre escritura e interpretación. Ramón afirmó que "el poeta escribe y el lector interpreta lo que le da la gana". Se habló sobre que no todas las interpretaciones tienen por qué ser válidas y algún mercurial puso como ejemplo los comentarios acerca de la homosexualidad de Gilda que José Luis Garci y Juan Manuel de Prada plantearon en una tertulia televisiva. Sin comentarios.Por aquellos momentos, José Miguel Ridao, que también confirmó su ausencia vía sms minutos antes de comenzar la cena, mandó unos ridaikus vía móvil. El primero se refiere a la ausencia de Aurora Pimentel, única fémina habitual en la tertulia:
Al hilo de la seguidilla que Fernando había publicado sobre las dos lunas, se inició un debate sobre escritura e interpretación. Ramón afirmó que "el poeta escribe y el lector interpreta lo que le da la gana". Se habló sobre que no todas las interpretaciones tienen por qué ser válidas y algún mercurial puso como ejemplo los comentarios acerca de la homosexualidad de Gilda que José Luis Garci y Juan Manuel de Prada plantearon en una tertulia televisiva. Sin comentarios.Por aquellos momentos, José Miguel Ridao, que también confirmó su ausencia vía sms minutos antes de comenzar la cena, mandó unos ridaikus vía móvil. El primero se refiere a la ausencia de Aurora Pimentel, única fémina habitual en la tertulia:
Muchos cipotes,
una sola almejilla,
y hoy ni eso.
La dos siguientes se refieren al Premio "Mercuriales de plata":
García Barbeito,
Morante de la Puebla,
¡dónde se meten!
Premios de plata,
sandalias de hojalata.
Morante de la Puebla,
¡dónde se meten!
Premios de plata,
sandalias de hojalata.
Mercurio tieso.
Continuó la tertulia comentando casos de erratas en libros de poesía. Así, Javier, comentó cómo mandó publicar una reedición de Tiempo muerto, de Elías Marchite, por una errata de concordancia en el primer poema, "unas oposiciones aprobada". Se comentó también aquella fe de erratas de un libro que decía: "donde dice dice debe decir debe decir", que le escuché a Juan Lamillar el día de la presentación de la Macedonia de rutas de Antonio Rivero Taravillo.Luego se habló de cómo llegó cada uno a la lectura, quién a través de los cómics, quién a través de bestesellers (como Viven, según confesó Alejandro), quién a través de libros de Planeta Agustini (sic), como afirmó Ramón Simón, que añadió poco después el celebrado aforismo de que "el arte de la seducción del hombre consiste en saber escuchar", replicado por Alejandro: "el arte de la seducción está en la mujer". No menos comentada fue la afirmación del impar Ramón, al afirmar que el poeta debe saber ver "la línea vertical del horizonte".
A la hora de las copas, se produjo una conversación inolvidable entre Fernando y el camarero:
Fernando: A mí me pone una infusión de Ballantine's.
Camarero: ¿Con limón?
Fernando: Por supuesto.
Antes de su precipitada marcha, Javier nos comentó que, con motivo de su cumpleaños (que se celebraba al día siguiente) había recibido 103 libros a modo de regalo, incluido uno de Mari Trini. Nos glosó muy encarecidamente una edición de haikus, cosido con hilo de nácar, en papel seda, edición multilingüe: una auténtica joya.Tras la marcha de Javier, Ramón comentó la presencia de los mercuriales en Sevillapedia y me agradeció la iniciativa.
Posteriormente, se comentaron los pormenores del acto de entrega de los premios "Mercuriales de plata", que se conocerán tras el correspondiente acto en la noche del once de diciembre.También se aprobó la creación de un Premio de literatura tabernaria, cuyas bases se harán públicas toda vez que se concreten determinados aspectos que aún quedan por perfilar.En el turno de lecturas, pasada ya la medianoche, Ramón llevó poemas del libro Esa luz que nos quema de José María Millares (ed. Barataria) y luego leyó textos propios. Jesús leyó un soneto blanco y otro clásico; Alejandro, moleskin en mano, nos deleitó con las últimas peripecias de su alter-ego sueco; yo leí también algunos sonetos de diverso corte.
Fernando: Por supuesto.
Antes de su precipitada marcha, Javier nos comentó que, con motivo de su cumpleaños (que se celebraba al día siguiente) había recibido 103 libros a modo de regalo, incluido uno de Mari Trini. Nos glosó muy encarecidamente una edición de haikus, cosido con hilo de nácar, en papel seda, edición multilingüe: una auténtica joya.Tras la marcha de Javier, Ramón comentó la presencia de los mercuriales en Sevillapedia y me agradeció la iniciativa.
Posteriormente, se comentaron los pormenores del acto de entrega de los premios "Mercuriales de plata", que se conocerán tras el correspondiente acto en la noche del once de diciembre.También se aprobó la creación de un Premio de literatura tabernaria, cuyas bases se harán públicas toda vez que se concreten determinados aspectos que aún quedan por perfilar.En el turno de lecturas, pasada ya la medianoche, Ramón llevó poemas del libro Esa luz que nos quema de José María Millares (ed. Barataria) y luego leyó textos propios. Jesús leyó un soneto blanco y otro clásico; Alejandro, moleskin en mano, nos deleitó con las últimas peripecias de su alter-ego sueco; yo leí también algunos sonetos de diverso corte.
Y así, tras diversos comentarios, algunos de ellos difícilmente publicables una vez pasados los efectos de la ingesta de alcohol, se dio por terminada la tertulia, camino de la una de la madrugada.
Al salir de nuevo a la calle, la noche parecía fría. Ninguno nos dimos cuenta.
Al salir de nuevo a la calle, la noche parecía fría. Ninguno nos dimos cuenta.
Fotos: Alejandro Muñoz y Fernando Moral,
aprendices en el taller de Ramón Simón.
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Yo espero esta acta de la tertulia como agua de mayo, por la fidelidad con que la retrata, por el humor fino que destila y por la variedad y sorpresa que lleva dentro. Debería inaugurar el autor un género mercurial, de supuestas tertulias en este mismo tono. En cuanto a las fotos son estupendas. Me gusta especialmente la de la mano del mantenedor sobre su cuaderno.
ResponderEliminarMe parece buena la idea de aceptar "acta" como género literario mercurial. Y eso de las "actas apócrifas" suena muy bien...
ResponderEliminarEn cuanto a las fotos, el mismo Fernando ha sido el encargado de seleccionarlas para esta entrada.
Un abrazo, Jesús.
Como haber ido.
ResponderEliminarIdo haber como.
Haber como ido.
Como ido haber.
Ido como haber.
Haber ido ¿cómo?
Guau, un acta espléndido garvey.
ResponderEliminarPor cierto Juan Antonio, impar? es decir que cuando llega la noche duermo con dos mujeres? Me apunto.
Impar y pirata.Ok.
Un abrazo
José María,
ResponderEliminarno te líes por favor que me lías.
otro abrazo
Otra crónica mercurial de "toma pan y moja": variopinta, festiva, enjundiosa...
ResponderEliminarY una errata que "me sucedió" hace poco:
le escribí a un amigo, "sácame de la duda" y él leyó, "sácame de la ducha".
Estaré atento a la convocatoria de esa "literatura tabernaria".
Os felicito.
Abrazos.
Pefecta la crónica. Si no recuerdo mal, Fernando leyó parte de "68 pasos", su taurino escrito.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Habéis "reparao" en el parecido razonable de Julio Ariza con Vila-Matas?
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues tienes razón, Elías. Podíamos inaugurar una sección en el blog de "Parecidos razonables". En cuanto pueda, me pongo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nada mejor que la noche avance y uno hablando de las cosas que le gustan con amigos.
ResponderEliminarEn la facultad nos reuníamos en los Apartamentos en Buenos Aires de un amigo que tenía mucha plata. Pasábamos horas y horas, cerveza en mano, hablando de historia (nuestro tema), discutiendo ideas, etc.
Recuerdos hermosos!!
Saludos