sábado, 10 de marzo de 2012

Acta de la tertulia del 16 de febrero de 2012

Convocados por el dios Mercurio, el 16 de febrero de 2012 se reúnen Aurora Pimentel, Jesús Cotta, Julio Ariza, Alejandro Muñoz, Enrique Barrero y el que suscribe, Juan Antonio González, con la compañía del invitado Gonzalo Gragera, que se convierte en el más joven de los asistentes, hasta la fecha, a una velada mercurial.
Gonzalo Gragera
Tras los saludos de rigor y mientras nos acomodábamos en el salón de fastos, hace su aparición el novelista Félix G. Modroño para compartir unos instantes de la noche con nosotros. Nos informa de que está en proceso de corrección de pruebas de su nueva novela, La ciudad de los ojos grises, que se publicará en Algaida y cuya presentación está prevista para el 9 de abril en la Fundación Cruzcampo. Se anota la cita porque tanto el presentado, como la obra presentada, como el lugar y sus líquidos correspondientes, merecen mucho la pena.
Omar, garzón de Ida, atiende a Enrique Barrero
 Tras comentar durante unos momentos el libro de nuestro mercurial ausente Toi del Junco, Otra forma de mirar la catedral de Sevilla, diversas obras fotográficas salen a colación en un clima de charla a media voz que hizo a Aurora afirmar que "Se nota que no está Ramón". Al hilo, Jesús Cotta recuerda que tenemos pendiente la tarea de componer un epitalamio para la boda de nuestro amigo. Alejandro propone que el poema rime en "-ón", moción que se debate por unos instantes y se desecha, en principio, por fácil.
La conversación sigue comentando bodas, bautizos, comuniones y confirmaciones "por lo civil". Aurora aprovecha para comentar que a su boda solo acudieron dieciocho invitados y vuelve a insistitirnos para que conozcamos Urueña el próximo verano. Nos glosa las maravillas de sus atardeceres y nos explica cómo es el jardín de Amancio Prada: un campo de trigo vallado.
Jesús, Aurora
 A raíz de la afirmación de Cotta de que, durante la Guerra Civil, en Valladolid no quemaron retablos y por eso quedan iglesias preciosas, se inició una nueva línea de conversación. Enrique Barrero comentó la belleza de las iglesias de Fontiveros y cada cual mostró sus preferencias entre el barroco y el románico; ante la disparidad, fue el rpopio Enrique quien concluyó el debate afirmando que cada uno añora lo que no tiene. El secretario, por su parte, comentó la curiosidad de que la presunta tumba de Dante en la Iglesia de la Santa Croce de Florencia no contiene los restos del poeta. Dante se marchó exiliado de Florencia y no fue hasta el siglo XIX cuando perdonó a su más insigne hijo. Entonces le construyó la tumba y reclamó sus restos mortales a Rávena, que los negó. Por supuesto, nadie en Florencia cuenta este detalle. Cotta comentó que Dante fue acusado de impío por romper una pila bautismal al percatarse de que un niño se estaba ahogando al ser bautizado por inmersión.
Nulla acta sine calva
 Tras una serie de comentarios diversos (como el de Alejandro, que se preguntó quién inventó el baño de los niños) se comenzó a hablar del cine histórico y de las series de televisión ambientadas en epocas anteriores. Diversos anacronismos de series como Toledo o Águila Roja  fueron comentados. La escasa calidad del cine histórico español fue analizada a continuación: siempre se centra en lo feo, fue la opinión expresada por Jesús Cotta y compartida por los presentes. La película Lope se citó y se destacó que el dramataurgo merecía ser objeto de una excelente serie de televisión, al estilo de las de la BBC. Se salvaron de la quema algunas películas como El perro del hortelano.  Los motivos de la escasa calidad de este cine fue también objeto de debate: que si la falta de dinero (Félix Modroño), de imaginación (Enrique Barrero) o incluso los prejuicios ideológicos (Jesús Cotta).
Enrique Barrero
 Una vez más surgió el tema de los libros electrónicos. En opinión de Enrique, estos artefactos son válidos, como los ordenadores, para la lectura de textos profesionales, pero no le gustan para la lectura personal.Gonzalo Gragera apuntó que un libro electrónico no te lo pueden dedicar. Se apuntó que la aparición de este nuevo formato ha llevado a muchas editoriales a esmerarse más en la edición de sus libros en papel. Enrique Barrero destacó el esmero editorial de Siltolá. Por su parte, Aurora destacó que también hay cuidadas ediciones digitales.. Acerca de las ediciones, Félix G. Modroño señaló que la primera letra de uno de sus libros era una errata. Poco después, el propio Félix nos abandonó por tener que atender obligaciones personales, entre otras, la corrección -precisamente- de las pruebas de su próxima novela.
Jesús Cotta comentó el lenguaje a vecez anacrónico de las noveklas históricas, como esa expresión de Alatriste, "en plan duelo". Sobre expresiones inquietantes apuntó Julio Ariza alguna de las que él y yo analizamos durante el proceso de elaboración del Libro de estilo de la Cámara de Cuentas de Andalucía: Así, perlas como aquella del "importe de la semaforización". Alguien (que no constará en acta) señaló que en un atestado policial aparecía la expresión "mi compañero de la sección canina" para referirse al perro acompañante del policía firmante. Julio Ariza señaló también algunas perlas similares del libro Juzgado de guardia del periodista Javier Ronda.
Julio Ariza

Los malentendidos lingüísticos fueron objeto de los minutos siguientes, cuando Jesús comentó una anécdota médica vivida por un conocido: la médico le ordenó a un paciente aquello de "sáquese la barbilla y la apoya" y ya podemos imaginarnos qué dos cosas sacó el paciente.De ahí pasamos a los disparates que a veces corregimos en los exámenes. Alejandro Muñoz comentó que un alumno le descibió una vez la Alhambra como la residencia de la ONCE (en efecto, en su libro de texto se afirmaba que -adviértase el calambur- era una "residencia palaciega") u otra que referí yo al comentar que un alumno había afirmado que Lutero fue excomulgado porque se negó a hacerse una foto con el papa (en su libro lo leyó: se negó a retractarse ante el papa).
Cotta refirió la respuesta de un alumno en un examen cuando le preguntó la definición de ser humano: "animal invertebrado", fue la respuesta. Alejandro puso la guinda: "eso es una muñeca hinchable". Y otra más: cuando a un alumno le pidió que le dijese las últimas palabras de César antes de morir, este contestó: "Aggggg".
Tierna fue la forma de rezar el Padrenuestro de un alumno en la posguerra española, según comenté: "El pan nuestro de cada día, dánoslo de hoy".
Enrique Barrero y Juan Antonio González
Tras otros temas menores (como una conversación ajedrecística entre Enrique y Gonzalo), se comenzó, a la acostumbrada hora de las infusiones, el turno de lecturas. En primer lugar, Jesús Cotta nos leyó el prólogo a Palabras a la piedra, libro de actas de la tertulia que se halla en proceso de edición.

Tras la celebrada lectura Gonzalo comentó el parecido de Jesús con el capitán del Mirandés para, a continuación, expresar que él se sentía como el Mirandés entre tanto primera división.
Gonzalo Gragera
Siguió el propio Jesús leyendo un poema de amor en la intimidad.
 Julio Ariza dio cuenta de un antipoema marca de la casa, "Amor en tres tiempos", compuesto por tres haikus.
 Enrique Barrero nos desveló un soneto, "Desiderata para una vida simple"
 Por mi parte, leí (en el móvil, ya que se me olvidaron los papeles correspondientes) un "diurno" y un poema metafórico-existencial de imágenes futbolísticas. O algo así.

Gonzalo Gragera, además de una soleá, leyo un interesante poema titulado "Torso de Diana", muy bien acogido por los presentes.
 Y así, entre nuevas charlas a media voz, saludos y sonrisas satisfechas, fue concluyendo la noche. A los cuarenta y cinco minutos de vida del viernes, fuimos abandonando lentamente el fogón, abrigados por la cálida persistencia de las palabras compartidas.

Autor de las imágenes, Alejandro Muñoz (con su aparato, claro)