jueves, 17 de enero de 2013

Acta de la tertulia del 15 de noviembre de 2012


Sobre las 20:30 horas del 15 de noviembre de 2012, seis de los efebos mercuriales, José Manuel Gómez, Jesús Cotta, Alonso Coca, Jaime Galbarro, Ramón Simón y Fernando Moral, se dieron cita entrada la noche a la puerta del templo de costumbre, El Fogón de Leña. Ya en el mismo pórtico, y antes de entrar a la cella, sobrevino la acostumbrada pre-tertulia, que en este caso se extendió algo más que de costumbre dada la bonanza del clima y la intensidad de los temas tratados, entre los que destacó una vuelta al tema principal de la reunión anterior...

El siempre alegre reencuentro a las puertas del Fogón


Una vez establecidos en el interior del templo, los temas de conversación abandonaron el terreno rijoso de forma abrupta como si la solemnidad del lugar hubiese contagiado las lenguas y las mentes. Así, se abordaron, de manera a veces superpuesta como intento plasmar seguidamente, asuntos más serios: las exquisitas berenjenas con miel de caña, la historia del género novelístico en Europa, iniciado por los españoles ya en el siglo XIII (Ramón Llull) y vuelto a importar posteriormente al gusto bárbaro (Alonso: Es que somos gilipollas), la siempre jugosa presa ibérica, una evocación unánime del mercurial ausente Enrique Barrero con el inevitable -por merecidísimo- ensalzamiento de sus dotes y capacidades literarias, la pluma ibérica, tanto en su versión comestible como en la intelectual (de la otra versión no se habló dado el carácter indudable del mercurial), la repetición de temas y argumentos en las obras escritas y sus efectos, sobre lo que el Ilmo.Sr. Mantenedor opinó acertada y graciosamente: La literatura en el fondo es forma, el atávico comer del costillar, ibérico también por supuesto, la presencia del tabaco en la literatura y otros muchos asuntos de enjundia que este pobre secretario sustituto no atinó a anotar dado el trabajo hercúleo que le suponía la ingestión del desmesurado costillar antes citado.

Panorámica mercurial


Si unánime fue el reconocimiento del buen hacer de nuestro Enrique, no lo fueron menos las loas al Ilmo. Sr. Mantenedor por la rebaja económica conseguida, no en la prima de riesgo, sino en algo más cercano como es el precio del ágape mercurial. Otros tiempos, otras costumbres.

Alonso Coca pensando en 2013


Ramón Simón también nos ofreció una rebaja, terminológica esta vez, aunque no semántica: su arquetípico vocablo de todas las tertulias quedó esta vez en prostíbulo. Nos vamos refinando.

Ramón Simón versión Valle-Inclaniana


Ya a punto de extinguirse los platos antes referidos, comprobamos que no deberíamos estar aún saciados ya que comenzó a tratarse el papel recurrente de la comida en la obra escrita. Así, se hizo referencia, como no, al comienzo de la obra magna de Cervantes y a otras como Guzmán de Alfarache.

Pasando de la literatura a la lingüística, se discutió sobre la extensión actual de la expresión “lo que es” en un uso incorrecto por cuanto carente de significado. Así el que suscribe aportó una frase de un diálogo entre carniceros de un supermercado: No hay que reponer lo que es las bandejas de pechuga. Todavía quedan. Ciertamente una perla en la que ni siquiera se respeta el número. Jesús aportó un uso no solo correcto de la expresión sino a su vez de rancia procedencia: Lo que es, es (Parménides).

Lo que es Jesús Cotta


Fueron tratadas las peculiaridades de la relación padres-hijos, sobre todo cuando estos se encuentran abducidos por la adolescencia. Sobre este particular, Ramón aportó una sentencia llena de sensatez que precisamente había recibido de su padre: “Lo que tú hayas vivido, por dos se te multiplica en los hijos”.

Seguidamente alguien planteó su duda, luego compartida por todos, sobre el origen de la denominación Beefeater. Por cierto, debo añadir qué desconozco en qué punto de la velada nos encontrábamos y qué estábamos consumiendo...

Llegados a ese momento ignoto de la noche, se abrió el turno de noticias editoriales y lectura de textos propios y ajenos. Comenzó Jaime Galbarro anunciando que ya se estaba ultimando el libro de actas mercuriales Palabras en la Piedra, cuyas fotos ilustrativas nos mostró seguidamente. Asimismo se estuvieron comentando los pormenores del libro Reyes y Caramelos, idea de Ramón Simón con textos de los mercuriales.

Todos pendientes del temperamental portátil de Jaime Galbarro

Nuestro Toi en píxeles y alma


En el turno de lecturas tomó la palabra el nunca bien ponderado Sr. Mantenedor, que leyó un poema de Carlos Edmundo de Ory, a la sazón escritor propuesto como eje vertebral de la reunión. Lo propio hizo Alonso con otro poema del mismo autor.

El Sr. Mantenedor, ahora orador de Ory


Ramón inauguró el turno de textos propios deleitándonos con poemas de su libro en preparación sobre Tanzania. Y Jesús dio colofón al turno mediante la lectura de un fragmento del libro Videojuegos de la Vida de su hermano Daniel Cotta.



Ya en el día siguiente, extinguida casi la palabra, agotado en su totalidad el ágape y, como siempre, plenos los corazones y las mentes, no hubo más remedio que abandonar el templo hacia la noche que, de su mano oscura, nos condujo a salvo a nuestras casas.

5 comentarios:

  1. Doy también fe y alabo la pluma del secretario. Lo que viene siendo Jesús Cotta ha revivido la tertulia con esta lectura digna de lo bien que se lo pasó. Ex corde, lo que es Jesús Cotta (por cierto, me gusta la foto que hiciste a Ramón Simón)

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  2. Buenísima acta, buenísimo acto. Mi consuelo es que seguro que exagera, no os lo pudisteis pasar tan bien. Hasta la próxima.

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  3. Mu buena levantada de acta, con perdón. Muy bien contada lo que es (lo que fue) la tertulia. Doy fe de que nos lo pasamos muy bien.
    Espero que para la próxima nos podamos encontrar todos.

    Un abrazo

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  4. Dígalen ustedes a don Juan Antonio González Romano que no debió cerrar su blog. Que lo abra de nuevo.

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