jueves, 11 de junio de 2009

Ejercicio literario

Os recuerdo a todos, amigos, que estáis invitados a enviarme el relatillo erótico durante este verano.
Y ahora propongo un ejercicio literario: continuar una historia breve que comienza así:

Cuando estaban a diez metros de la puerta, los tres hermanos, Marcos, Mateo y Lucas, se arreglaron los unos a los otros las corbatas, se repasaron el pelo engominado con un peine y se escupieron en las manos para atraer la suerte. Pero cuando Marcos iba a llamar al timbre, Lucas dijo:
-Lo he pensado mejor. Yo no entro ahí.

Hala, ahí queda eso.
Ex corde, Cotta

"Pues yo sí entro", dijo Marcos. Sé que pueden existir gárgolas y fauces de la vida, pero un placer merece la pena de forma enorme y suprema.

Así, dejó a un lado a Mateo y Lucas, y entró.


JSM

5 comentarios:

  1. Cuando estaban a diez metros de la puerta, los tres hermanos, Marcos, Mateo y Lucas, se arreglaron los unos a los otros las corbatas, se repasaron el pelo engominado con un peine y se escupieron en las manos para atraer la suerte. Pero cuando Marcos iba a llamar al timbre, Lucas dijo:
    -Lo he pensado mejor. Yo no entro ahí.
    -Tranquilo -replicó Mateo-, me han confirmado que hoy no habrá almejas...

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  2. Pues hala, ya se acabó el cuento. Es un final abierto, con muchas interpretaciones.

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  3. ¿Por qué se va a acabar, si aún la mayoría no ha dado su versión?

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  4. Javier lo ha continuado. Lo bueno y lo malo es que si nadie lo continúa moriremos sin saber qué encontró allí.

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