martes, 22 de noviembre de 2011

Acta de la tertulia del 16 de noviembre

El 16 de noviembre de 2011, a las 20:30 horas, en el Fogón de Leña de la ciudad de Sevilla, se reúne la tertulia Los Mercuriales, con la presencia de los miembros (con perdón) permanentes Ramón Simón, Alejandro Muñoz, José Manuel Gómez Fernández, Juan Antonio González Romano, Jesús Cotta, Fernando Moral, José Miguel Ridao y los invitados Víctor Jiménez y Elías Moro (venido expresamente desde Mérida) para honrarnos con su presencia.  Excusan su asistencia, por motivos varios, José María Jurado, Alonso Coca, Aurora Pimentel y Toi del Junco. Incomparece sin justificación Julio Ariza.
Tras las copas de bienvenida a la entrada del Fogón, al tiempo que iban llegando los mercuriales, pasamos al salón habitual a las 21:22 horas. Rápidamente, el inefable Ramón Simón afirma que "voy a enseñar cosas" y, antes de que cundiera el pánico, matizó sus palabras: "No, no me voy a quitar los pantalones todavía". En efecto, por el momento se limitó a mostrar unas bellísimas láminas, propiedad de Antonio Álvarez Gordillo, algunas de dibujos de Hergé, otras de mapas antiguos y de recortables de teatro de principios del pasado siglo.
Ramón, ¿quién si non?
Los renglones torcidos del dios (Mercurio) nos llevaron a tratar las costumbres sexuales de los griegos, una de las especialidades de Jesús Cotta (los griegos, quiero decir. La cultura griega y su lengua, mejor dicho. Su idioma, aclaro). De esta manera, habló del pelotón sagrado de Tebas y surgieron todo tipo de comentarios, en el habitual tono intelectual que nos caracteriza en estos asuntos.
Llegó por aquel entonces Fernando Moral, pasadas las 21:30 (quede constancia para que su Jefe no piense lo que no es), cuando una nueva torcedura del renglón nos llevó a hablar de las elecciones generales. Ramón (quien si non) propuso que Los Mercuriales abanderáramos una iniciativa para reclamar la reforma del sistema electoral español.
 Comparecieron en aquel momento chacinas variadas, almejas a la marinera y chipirones rellenos, al punto que se retomó la conversación acerca del mundo clásico, Italia, Grecia y sus mercados (lugares donde, como nos recordó Elías, se compraba el pescado, cosa que conviene aclarar, puesto que la palabra mercado hoy en día tiende a usarse para otros menesteres mucho más desagradables). También se habló de la suerte de autarquismo que caracteriza a los negocios de los chinos, ocasión que fue aprovechada por el secretario mercurial para pronunciar su aforismo "Es más raro que un chino fumando", seguido por otro de Jesús Cotta, "Es más raro que un chino con gafas".
Parece lógico que de ahí se saltara a hablar de la ley del tabaco y si cambiaría en el futuro próximo hacia el modelo anterior. Elías comentó que había escuchado que se quería también prohibir fumar en el coche, hecho que volvió a suscitar comentarios de distinto signo.
Elías Moro, con el bolígrafo en la mano
Comentamos a continuación la presentación de la primera novela de nuestro mantenedor vitalicio, José Manuel Gómez, En busca de la flor de la siempreviva, celebrada la semana anterior con gran éxito en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. La voz umbraleña surgió de nuevo y de ahí pasamos a hablar de Fernando Arrabal y su milenarismo. De Arrabal salatmos a las Vanguardias, motivo que llevó a Fernando Moral a afirmar aquello de "qué feo queda un vanguardista hoy en día".
Víctor  Jiménez, que en su día obtuvo el premio de poesía Florentino Pérez Embid, convocado por la Real Academia sevillana, comentó lo imponente que es su salón de actos, hecho que corroboramos todos los que tuvimos que intervenir en el acto citado. José Manuel reprodujo la frase del impar Ramón al llegar a la Academia: "Aquí huele a rancio"..., cosa que llevó a Víctor Jiménez a recordar que cuando Jacobo Cortines ingresó en la Academia (hace ya algunos años) era el más joven de la institución.
Víctor Jiménez
 Un nuevo quiebro de renglones nos llevó a hablar del golpe de Estado de Tejero; Ramón dijo que él pensó irse de España si hubiese triunfado, para convertirse en un "maqui en la Pampa argentina". Al hilo, se habló de la Anatomía de un instante, de Javier Cercas, novela inspirada en este hecho histórico (no en la existencia de maquis en la Pampa, o en la huida de Ramón, sino en el golpe frustrado), que suscitó controvertidas opiniones. Fue entonces cuando Víctor relató que la legalización del PCE le pilló durante su mili, en una garita haciendo guardia. Casualidades de la vida, resultó que los dos invitados de la noche, Víctor y Elías habián sido ambos polimilis en aviación. De ahí pasó Elias a preguntarse el sentido del adjetivo "civil" en el sintagma "guerra civil", cuando todas las guerras son de seres humanos contra seres humanos. Le vino entonces a Elías nostalgia de su Vallecas natal, para recordarnos uno de los gritos reivindicativos de su barrio: "Vallecas libertaria, queremos puerto de mar".
Elías y José Manuel, comiendo chicle (ambos)
 Alguien comentó una anécdota sucedida entre dos literatos que, paseando, se toparon con unos nenúfares. Uno de ellos le preguntó al otro qué era aquello, a lo que el primero le respondió: "Eso son los nenúfares de los que usted habla en sus poemas". Hay quien afirmó que los protagonistas de la anécdota fueron Rubén Darío y Valle-Inclán, quien afirmó que se produjo entre Juan Ramón y Romero Murube. En todo caso, poetas de la época del tío de Ramón, llamado Plinio. Cuando comenzó a hablar de "Mi tío Plinio", Fernando le preguntó: "¿El joven o el viejo?". No sin esfuerzo, Ramón retomó su discurso, pero cuando apuntó que "Mi familia viene de Marruecos", Alejandro Muñoz apostilló "ahora se entiende todo". Retomada la calma, y como cabía esperar, resultó que el tío de Ramón fue bastante golfo. De casta le viene.
También se aludió a las palabras que Borges dedicó a Lorca ("el andaluz profesional") que llevaron a Juan Sierra a negarse a reunirse con él en la década de los ochenta. En esta línea de la conversación, el secretario mercurial mancionó el interesantísimo libro La invención de la Generación del 27, de Manuel Bernal (editorial Berenice), que explica con todo lujo de detalles hasta qué punto se mezcla la verdad (escasita) y la invención (mucha) en los orígenes de la Generación, especialmente en los actos de homenaje a Góngora realizados en Madrid, prácticamente inexistentes.
A las 23:03 llegó José Miguel Ridao (quede constancia de la hora por el mismo motivo aludido con Fernando). Este, de sopetón le preguntó si venía ya comido y, digamos, aliviado sensualmente, a lo que Ridao, tan cortado como de costumbre (es decir, nada), le respondió al instante que "solo aliviado" (Nota del secretario: tal vez no fueran esas las palabras textuales, pero me sigo negando a que el verbo "follar" o su participio "follado" aparezcan en el acta). El turno de risas fue interrumpido por Fernado al dirigirse a Elías: "Ganímedes, échame vino", fueron sus palabras. Poco después, tal vez por el efecto de la copa recién servida (y de las anteriores, claro), el mismo Fernando comentó que "a mí me gustan las primas, pero no las de riesgo".
Entre Fernando y Ridao hablaron de Feedjit, un  gadjet que sirve para averiguar la procedencia de los lectores de un blog. Descubrió Fernando los lugares desde los que consigue acceder José Miguel a los blogs (ya que feedjit permite cambiar la ubicación del viajante). Así, Ridao accede desde lugares tan pintorescos como Vaya, Tela, Killo, Mantón, Manila, entre otros. Alguien, no diré que el mantenedor para no mancillar su impoluta imagen, apuntó, ante los comentarios sobre la pérdida del tiempo con el feedjit, aquello de "más aliviarse sensualmente y menos feedjit (Nota del secretario: véase la nota anterior referente al verbo "follar"). Reglón seguido, el insigne Mantenedor, ahora sí, apostilló: "Habrá que maquillar el acta, o esto va a parecer lo que es".
José Miguel Ridao, el ubicuo
Comenzó, por fin, el turno de lecturas. Siguió con la palabra José Manuel Gómez, para leer unas páginas de Julio Camba, en concreto de La rana viajera (interrumpe José Miguel: "ese lo he leído yo en mi ridaider).
Leyendo a Camba
 Antes de continuar con la lectura, se procedió a ventilar (verbo empleado por Camba y que llamó la atención por su escaso uso actual a Elías) diversos aspectos relacionados con la publicación, por parte de la editorial Sim Libros, del Libro de actas de la Tertulia del curso pasado. Se decidió el formato y el número de ejemplares (será una tirada corta, de cien ejemplares: quien desee un ejemplar -valdrá su peso en oro en el futuro- puede ponerse en contacto con cualquier mercurial para ir reservándolo), dejando para la próxima tertulia el nombre definitivo. Cada mercurial deberá aportar uno (de lo contario, según Fernando "se le extirpará un testículo"), y todas las propuestas serán debatidas debidamente.
Eran las 23:31 cuando Ramón dijo por vez primera en la noche -nueva plusmarca- su palabra talismán, "puticlub", aunque resulte complejo poner en pie qué dio lugar a esta expresión. Cumplido el trámite, el secratario leyó tres versiones en verso de un afamado chiste, en romance, soneto y décima de cabo roto, respectivamente. 
Elías Moro procedió a leer diversas entradas de su inminente publicación, Diccionario para escépticos, en una de las cuales, Présbita, cita expresamente a Fernando (que, a raíz del título del libro, comentó aquello de "Vaya mercado que tiene eso").
Una nueva interrupción en el turno de lecturas se produjo cuando Ramón Simón (quien si non) comentó que él tenía familia numerosa, con cuatro miembras y un miembro, a lo que el secretario le respondió que le ganaba en miembras y, probablemente, en miembro.
De vuelta a la lectura de textos propios, Elías Moro nos sorprendió con un intenso poema, "El guardagujas", del que nos dio una copia firmada a cada mercurial.
 Víctor Jiménez leyó con su emocionada voz algunos poemas éditos y un soneto inédito, "El poeta en su laberinto", que mereció la admiracioón unánime.
La lectura se vio amenizada entonces con algunas reflexiones en torno al oficio del escritor y su lugar de escritura, que Elías definió como el "taller del hechicero" y Ramón como el "cajón de sastre".
Retomó las lecturas Alejandro Muñoz con su emotivo "Océano mar", inspirado en una foto del locuaz Ramón.
Jesús Cotta optó por la lectura de algunos simpáticos y lúcidos momentos de su Manual de ayuda contra los libros de autoayuda. Especialmente aplaudido cuando habló del filosoficidio, o necesidad de matar a filósofos como Platón o Rousseau.
Fernado Moral, a continuación, nos comentó con alegría indisimulada que acababa de culminar su primer libro de poemas, del que nos leyó algunos muy logrados.
Fernando y Jesús
El secretario, en su turno, leyó dos de sus acostumbrados Diurnos, cada vez más cerca de constituir un libro.

Ramón Simón leyó varios poemas de sus Cartas a Theo, inéditos muy cerca ya también de su versión definitiva y a punto de.

José Miguel Ridao cerró el turno de lecturas con un divertidísimo texto publicado en su blog durante el verano, "Poetas dopados", que provocó por igual risas y admiración.

Tras el inevitable pago, pasados setenta minutos del jueves 17, dimos por concluida la tertulia, no sin antes citarnos para el próximo sábado 26 de los corrientes, cuando tendrá lugar la celebración de la entraga del Premio Mercurial de Plata 2011 a Rafael de Cózar.
La luz nocturna de noviembre nos esperaba a la puerta, primaveral, por sí hacer mudanza en su costumbre. Su sonrisa nos reflejaba.
Doy fe.

5 comentarios:

  1. Coño, Juan, que bien escribes las actas.Parece como si estuviera "uno" presente.

    Abrazos

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  2. Estuve en la presentación de "la siempreviva", y me pareció que esta tertulia goza de una complicidad envidiable. Enhorabuena a J.M.Gómez por el libro, que ya hemos leído en casa.
    Esta tarde iré a la presentación del amigo Víctor, donde espero saludaros personalmente.
    Manuel Rámila

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  3. Doy fe testicular, quiero decir "como testigo" que todo lo que se narra aquí es fidedigno, al menos hasta que la infusión de Ballantine's hizo merma en mi memoria.

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  4. Yo, como Fernando, también doy fe (y esperanza, y caridad) de que lo que aquí se transcribe se corresponde con la realidad.
    Gracias por la complicidad de todos.

    Un abrazo.

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  5. Me he enamorao de uno de ustedes. Ná más con la pura foto.
    ;) N.
    PD: Se lee todo muy divertido y se antoja.
    Saludos
    Nadir

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